Clemente y bondadoso Infante de Atocha, acudo ante ti para decirte lo mucho que te amo y necesito, quiero que vuelvas tus ojos misericordiosos hacia mi y veas la desesperación y aflicción que me embarga, yo he hecho todo lo que esta a mi alcance pero mis problemas son graves y no he encontrado solución. Tú que eres tan milagroso no te apartes de mi: te pido ardientemente me envíes tu asistencia, te pido urgente consuelo y ayuda. Sapientísimo y Santo Niño de Atocha, protector de todos los hombres, amparo de los desvalidos, sanador divino de cualquier enfermedad.
reflexiones espirituales cortas,reflexiones espirituales escritas,que es reflexion espiritual,reflexiones espirituales catolicas,reflexiones espirituales para jovenes,reflexiones espirituales cristianas,reflexiones espirituales para el alma,reflexiones espirituales habladas,