Milagroso Señor Jesús, Tú quisiste quedarte entre nosotros y estás en la Eucaristía, memorial de tu amor y de tu entrega por todos. Ilumina nuestros ojos para reconocerte y adorarte en el Santísimo Sacramento del Altar. Danos fe para servirte en nuestro prójimo y en cada uno de los pobres y necesitados, con quienes te has identificado más especialmente. Al igual que en Nazaret, donde viviste como uno de tantos, son muchos los que ahora tampoco te reconocen; te pedimos por ellos, para que, iluminados por tu gracia alcancen el gozo de vivir en la luz y de encontrarte presente en todas las circunstancias y momentos de la vida. Este día, Señor Jesús, sobre todo, queremos pedirte que nos dispongas a recibir el don de tu Espíritu Santo.
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