Amadísimo Dios Todopoderoso, estoy postrado ante tu altar y yo te pido lleno de fe y esperanza que bendigas el salario que gano con el sudor de mi frente y haciendo que me rinda y se multiplique igual que lo hizo tu hijo Jesús, cuando aquella vez que de un cesto donde solo había tres peces, milagrosamente se multiplicaron y se consiguió dar de comer a todos los que escuchaban la palabra de tu Hijo. En el Nombre de los Ángeles de la prosperidad Divina Amen.
reflexiones espirituales cortas,reflexiones espirituales escritas,que es reflexion espiritual,reflexiones espirituales catolicas,reflexiones espirituales para jovenes,reflexiones espirituales cristianas,reflexiones espirituales para el alma,reflexiones espirituales habladas,