Amadísimo padre “Bendita y alabada sea la hora en que mi Señor nació, vivió, murió y resucitó mi buen Jesús, tenga misericordia de mi (o nombre de la persona) Príncipe de los Príncipes. Rey de Reyes, que en el río Jordán fuiste bautizado. Con tu manto poderoso sea mi cuerpo (sus cuerpos) cubierto (s) y defendido (s) de todos mis (sus) enemigos. Ahí vienen mis (sus) enemigos, déjalos venir, que atados vienen de pies y manos; si ojos traen no me (lo) toquen, si pies traen no me (lo) sigan.
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