!Jesús Crucificado! Llego a tus plantas humildemente y al mirar tu sagrada imagen, mi pobre corazón se llena de consuelo y recobra aliento en medio de las íntimas amarguras de mi vida. Jesús, tienes los pies clavados para aguardarme siempre; los brazos extendidos, para recibirme cuando llegue mi hora, la cabeza inclinada para mirarme y darme el beso de redención sin hacer evocación de mi fragilidad; el corazón abierto para derramar en el mío, humano y lleno de inmensos sufrimientos, las gracias que necesito. Señor Jesús, por tus inmensa angustias, ten piedad de mí y concédeme las gracias que confiado imploro de tu misericordia infinita. Amén. Rezar piadosamente el Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Repetir la oración y los rezos durante nueve días. SUSCRIBETE AHORA PARA RECIBIR CADA DIA LAS
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