Te damos gracias, Señor, porque has bencedido nuestra casa y nos has confiado este hijo. Una vez más lo ponemos en Tus manos patérnales. Guíalo y condúcelo. Defiéndelo del pecado y de la malicia del mundo, manténlo en la fe y la amistad. Hazlo fuerte, leal y generoso. Amén.
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