Poderosa Señora y Madre del Rocío, Virgen del Espíritu Santo, yo me entrego enteramente a ti y, en prueba de mi filial afecto, te consagro mi vida, mi corazón, mi cuerpo y alma, todo mi ser. Y ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. En el Nombre de Jesús padre Amén.
reflexiones espirituales cortas,reflexiones espirituales escritas,que es reflexion espiritual,reflexiones espirituales catolicas,reflexiones espirituales para jovenes,reflexiones espirituales cristianas,reflexiones espirituales para el alma,reflexiones espirituales habladas,