Santísima Virgen de la Mercedes, representante de María, Madre de Dios y por esta augusta cualidad digna de los más profundos respetos de los ángeles y de los hombres; soy como uno de vuestros hijos y aunque lo sabéis, señora, os confieso que desde mi tierna infancia os he tenido como Madre, abogada y patrona mía, desde entonces me habéis mirado y guiado de vuestra mano e intercesión y me han venido todas las gracias menos ésta que hoy te imploro como vuestro homenaje y mi protección. Sé que sois poderosa para con vuestro precioso hijo, por ello imploro vuestro socorro para mi deseo y juro seros fiel durante el curso de mi vida. Recibid mis humildes plegarias y continuad vuestra misericordiosa obra de gloria por los siglos de los siglos, amén.
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