Milagroso San José, a ti acudimos en nuestra tribulación y solicitamos confiadamente tu patrocinio. Por aquel amor que te unió a la Virgen Inmaculada, madre de Dios, y por el amor fraternal que profesaste al Niño Jesús, te suplicamos: Vuelve benigno tu mirada al pueblo que Jesucristo conquistó con su sangre y socórrenos con tu poder. Custodio de la Sagrada Familia, protege el linaje escogido de Jesucristo. Presérvanos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción. Hoy acudimos a ti para pedirte una gracia:
reflexiones espirituales cortas,reflexiones espirituales escritas,que es reflexion espiritual,reflexiones espirituales catolicas,reflexiones espirituales para jovenes,reflexiones espirituales cristianas,reflexiones espirituales para el alma,reflexiones espirituales habladas,