Profesora Grahasta

Poner siete velas blancas y fumar un tabaco ofreciendo comprensión y caridad hacia los semejantes. Escribir la petición sobre un pergamino virgen, y luego meterlo dentro de una pequeña cazuela de barro cocido, tapándolo con hojas de plátano y guayaba. Las velas y el tabaco deben ser encendidos solo hasta la mitad. Luego se introducirán todos en la cazuela, donde se espolveará con azúcar y nuez moscada. Al finalizar la oración y la petición, se esparcirán los restos en un lugar abierto sobre tierra, sin que nadie pueda verlo, y dejarlo a los espíritus bienhechores del aire, de la tierra y del viento. Santo niño de Atoche –Eleggua – en la luz del Creador, el Gran Hacedor del Universo, haz que la bienaventuranza ilumine mi alma y mi hogar. Santo niño de Atoche, bendíceme y que los caminos de la felicidad estén siempre abiertos para mi, que con humildad y devoción te suplico favorezcas. En nombre de Dios.  Amén.