Poderoso Dios clemente y misericordioso, que muestras tu poder salvando a tu pueblo de las cadenas del maligno, de la esclavitud del pecado y del dominio de la muerte. Mira a tus hijos en oración y concédeles que, fortalecidos con tu gracia, se dispongan a combatir el combate de la fe. Que tu Hijo, Jescucristo, vencedor de las tentaciones, del pecado y de la muerte, nos una en una misma esperanza y nos ayude a perseverar juntos hasta que lleguemos a la patria del cielo, donde reinaremos con Él. Que vive y reina por los siglos de los siglos. En el Nombre de Jesús Nuestro padre Celestial Amén.
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