¡OH Niño Jesús de la Salud! Creo en la bondad infinita de tu corazón. Remedia esta necesidad en que me encuentro. Remedia esta pena que me agobia. ¡OH amabilísimo Niño Jesús!, que dijiste: “Pedid y recibiréis”; dígnate escuchar benignamente la súplica que te hago en esta necesidad y concédeme favorablemente la gracia que solicito, si es para mayor gloria tuya y bien de mi alma. Así sea.
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