Santa Elena de la Cruz, Hija de Rey y Reina. Tu qué de reyes fuiste y de reyes descendiste, el mar lo cruzaste pelo y vestido no te mojaste, la cruz de Cristo hallaste y los tres clavos le quitaste. Uno lo arrojaste al mar para la navegación del mundo, otro se lo diste a tu hijo, el gran Constantino para qué venciera guerras y batallas. Te queda uno madre mía, préstamelo, préstamelo para clavárselo en el corazón a ___________ Que ni comida ni sueño le satisfaga más que pensar en mí. Si este milagro me lo hicieras madre mía Niños llorarán, perros ladrarán. No me olvides madre mía Santa Elena de la Cruz, De la Cruz. En menos de diez minutos después de publicar esta oración, te llamara esa persona que tanto deseas.
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