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Mostrando las entradas etiquetadas como Psicologia

Sanar heridas significa que el daño ya no controla nuestras vidas

Sanar heridas emocionales no implica olvidar, significa por encima de todo conseguir que ellas dejen de controlar nuestras vidas. Algo así requiere un meticuloso proceso de transformación donde entender que no, que ya no volveremos a ser los mismos, porque la curación no es un retorno sino una hábil reconstrucción donde dar forma a alguien nuevo, alguien más fuerte y más valioso. Todos tenemos heridas que necesitan atención. Vivimos en un mundo donde existen muchas formas de violencia, algunas más explícitas y otras encubiertas y silenciosas. Así, hechos como el sexismo, la discriminación, el bullying, la intimidación física o en las redes sociales, los efectos de la disfunción familiar o incluso los mensajes culturales sobre la belleza y el éxito son también marcas que pueden dejar huella en nosotros. “Para cuando la razón entiende lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas”. -Carlos Ruiz Zafón- En los últimos siglos la psicología occidental h

Parejas de fin de semana: un nuevo tipo de relaciones

Pareja agarrada al lado de la ventana como un ejemplo de parejas de fin de semana No hablamos de aquellas escapadas románticas que se hacen en pareja los fines de semana y sirven para desconectar. Tampoco de las que se crean durante 48 horas y después se esfuman. Hablamos de las parejas de fin de semana, las que solamente se ven sábados y domingos. Pero eso de vivir como en una luna de miel permanente, ¿realmente funciona?  Normalmente, las personas que las forman se encuentran en un momento cumbre de su carrera profesional. Suelen tener entre 25 y 35 años y viajan con frecuencia. Al no tener demasiado tiempo los días laborables para dedicarle a su pareja, deciden verse con su compañero durante el fin de semana. La recompensa de un sacrificio diario Muchas relaciones fracasan por la distancia. Al no renovar la pasión y el cariño de manera continuada, los kilómetros terminan por hacer mella. Pero esto no sería un problema para aquellas relaciones que mantienen viva la llama de su amor,

5 claves para mejorar un mal día

¿Quién no ha tenido un mal día? Uno de esos en los que te levantas y todo parece estar conspirando para sacarte de tus casillas. El jabón se acabó, el desayuno se quema. Sales y comienza a llover de forma inesperada. La gente te mira como si les hubieras hecho algo malo. Dices algo y te entienden lo contrario. Y todo, absolutamente todo, sale mal… Un mal día también sucede cuando tienes algo importante entre manos y todo se viene al traste. Tal vez una actividad de trabajo muy relevante para ti. La has preparado con esmero y finalmente los resultados son decepcionantes. O un encuentro con alguien especial que cancela, después de que ya tenías todo listo. Nadie se salva de un mal día. Lo cierto es que no tienes por qué aceptar esto, sin más. Siempre puedes hacer algo para mejorar un mal día y rescatar esas jornadas de pesadilla. Al fin y al cabo, es un día de vida. Y siempre que haya vida, también hay caminos para reparar lo que no anda bien. “El éxito no está en vencer siempre sino en

Cambiar tu vida: 5 pasos para reiniciarte y avanzar

chica con bote de cristal pensando cambiar tu vida Optar por el cambio no es una elección casual o un capricho. La mayoría de las veces, cuando hablamos de cambios importantes, hablamos de un acto de necesidad, de firme convicción y ante todo, de valentía. Porque en ocasiones no hay más opción que hacerlo, mudar la piel, arrancar raíces y buscar otros mapas para poder “ser”, para poder reiniciarnos y hallar ese equilibro entre necesidades y logros, entre deseos y conductas… Como veremos a continuación, todo ello es importante cuando tomas la valiente decisión de cambiar tu vida. Decía Winston Churchill, con gran acierto, que mejorar es cambiar y que ser “perfecto” es tener la valentía de cambiar a menudo. Sin embargo, a esta afirmación deberíamos añadirle otra igual de importante: los cambios son positivos siempre que no perdamos la esencia, los propios valores. Por tanto, cualquier variación que hagamos a lo largo de nuestro ciclo vital debe tener como objetivo acercarnos un poco más