¡Oh Santa Marta dichosa!, Mi santa Marta milagrosa me acojo a tu amparo y protección entregándome a ti en este día, para que me ayudes en mi tribulación, y en prueba de mi gran afecto y seguro agradecimiento, prometo serte fiel seguidor, rezarte más a menudo con fervor y me ofrezco para propagar tu devoción. Consuélame en mi pena y amargura, te lo suplico por la inmensa dicha con que se alegró tu corazón al hospedar en tu casa de Betania a Jesús nuestro Único Salvador; intercede por mí en este momento de aflicción para que conserve siempre en mi corazón a nuestro Dios Padre Creador, para que viva continuamente en su gracia y rechace toda ofensa contra El con ardor, para que sean mis penas remediadas y en especial esta que ahora me atormenta: (hágase la petición). Te suplico me ayudes a vencer las dificultades con la fortaleza con que venciste, con tesón
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