Antes de la cena Señor Dios, que nuestra mesa sea lugar de intercambio fraterno, de afecto humano, de consuelo recíproco y de agradecimiento por todos tus dones. Tú estás presente entre nosotros porque eres el Amor, bendito por los siglos de los siglos. Amén. Despúes de la cena El Señor es bendito en sus dones, bondadoso en todas sus acciones. El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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