Amadísimo señor Jesús Mírame, oh mi amado y buen Jesús! en tu presencia me postro de rodillas, y con el mayor fervor de mi alma te pido y suplico que imprimas en mi Corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados, y propósito firmísimo de enmendarme, mientras con gran afecto y dolor considero y contemplo en mi alma tus cinco llagas, teniendo ante mis ojos aquello que ya el Profeta David ponía en tus labios acerca de ti: “Han taladrado mis manos y mis pies, y han podido contar todos mis huesos.” En el Nombre de jesus padre todo poderoso Amén
reflexiones espirituales cortas,reflexiones espirituales escritas,que es reflexion espiritual,reflexiones espirituales catolicas,reflexiones espirituales para jovenes,reflexiones espirituales cristianas,reflexiones espirituales para el alma,reflexiones espirituales habladas,