Poderoso padre Señor, haz de mí un instrumento de paz. Que donde haya odia, ponga yo amor; que donde haya ofensa, ponga yo perdón; que donde haya duda, ponga yo fe; que donde haya desesperación, ponga yo esperanza; que donde haya tinieblas, ponga yo luz; que donde haya tristeza, ponga yo alegría. Milagroso Divino Maestro, haz, que no busque tanto ser consolado, como conso lar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar; dar antes que recibir; ser perdonado, como perdonar; porque al morir, resucitamos a la Vida Eterna. En el Nombre de Jesús Amen.
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