Señor: Lo que me pides ahora es que sea dócil al Espíritu Santo. Así cada vez me pareceré más a Ti y, por tanto, seré mejor hijo de Dios. Ayúdame, Jesús, a tener la docilidad de un niño pequeño, que sólo busca hacer la voluntad de su padre, darle alegrías, y pedirle lo que necesita con la confianza de que su padre también le quiere y desea lo mejor para él. Ayúdame también a nacer de nuevo una y otra vez. Amen .
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