Señor Jesús, Tú eres el dueño de este campoy de los sembradores. Tú eres el que reparte las tareas y distribuyes el salario justo. Ayúdanos a soportar el peso del día y el calor de la jornada sin quejarnos nunca de Tus planes. Permite que recibamos un salario cada vez mas justo y remunerado. Amén.
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