Milagrosa Santa Elena de la Cruz, Hija de Rey y Reyna. Tu qué de reyes fuiste y de reyes descendiste, el mar lo cruzaste pelo y vestido no te mojaste, la cruz de Cristo hallaste y los tres clavos le quitaste. Uno lo arrojaste al mar para la navegación del mundo, otro se lo diste a tu hijo, el gran Constantino para qué venciera guerras y batallas. Te queda uno madre mía, préstamelo, préstamelo para clavárselo en el corazón a ___________
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