Cuanto me cuesta Señor elevar a tí mi mirada y levantar mis manos
sin iras ni contiendas para rendirte alabanza y adoración.
Cuanto me cuesta Señor, levantarme
con el alba, hablarte de mis cosas,
se que eres el único que entiendes
mi risa y mi llanto, que sabes cuanto sufro, y cuanto te necesitan
mis seres queridos.
Tú conoces todo de mi vida y mi hogar,
Cuanto me cuesta conversar contigo,
Y eres mi único amigo fiel.
Hoy quiero doblegar mi orgullo y mi pereza y decirte: Perdoname Señor,
no tengo razones ni argumentos
para justificar mi actitud contigo.
Miro al calvario y te veo muriendo por mí, como agradecerte que dieras tu vida para que mi alma no se perdiera.
Que vergüenza no darte mi atención,
que
pena no saber deleitarme en tu compañía y alegrarme con tu amor en
cada que amanecer, la verdad es que necesito tanto beber de tu sabiduría
y de tus fuerzas para seguir adelante y
vencer en cada una de,
mis batallas de fe.
Perdonáme Señor, y por favor escucha:
Si
quiero adorarte con todas mis fuerzas, y decirte llorando de alegría:
Gracias Señor, bendito seas por perdonarme y darme una vida nueva libre
del poder del pecado
y de la muerte eterna.
Gracias por salvar mi alma del infierno y preparar morada para mi en el cielo.
Gracias mi Señor.
Comentarios
Publicar un comentario