En numerosos pasajes bíblicos está claramente establecido que
una de las labores que realizan los ángeles es precisamente presentar
ante Dios nuestras oraciones y nuestras plegarias.
Sin embargo, la auténtica oración es algo muy distinto de lo que nos enseñaron y de lo que casi todos tenemos como tal.
La
verdadera oración es una unión con la divinidad. Es ser Uno con Dios,
es sentir la Unidad que todo lo interpenetra y que todo lo abarca. Es
abandonar toda sensación y todo sentimiento de separatividad, o al menos
intentarlo, ir en esa dirección, naturalmente, sin esfuerzo.
Es evidente que esta oración no podrá tener palabras, ni siquiera mentales y si las tiene tendrá que ser un canto.
Los
ángeles aman las canciones, la música y el canto. Eileen Elías Freeman
relata en su libro Angelic Healing cómo cantó con Rafael y cómo sintió
que aquel canto era la más elevada y pura forma de oración que jamás
hubiera imaginado. Yo mismo he experimentado en varias ocasiones la
inequívoca sensación de la presencia angelical, mientras escuchaba
embelesado un canto inolvidable, momentos antes de compartir los
sagrados alimentos.
Quienes
gusten de cantar, podrán acercarse a los ángeles a través de su canto, y
con su canto y la ayuda de los ángeles, podrán acercarse a Dios.
Comentarios
Publicar un comentario