Jesús, el grito del ciego de Jericó me ayuda a comprender que no
se trata solo de la ceguera física, sino de la ceguera del corazón. Sé
que me envuelven muchas tinieblas; hago mío el grito del ciego de
Jericó, y te digo con fe: “Hijo de David, ten compasión de mí”.
Propósito:
Repitiendo la frase del ciego de Jericó, buscaré comprender la respuesta que Cristo me propone para alcanzar la salvación.
Propósito:
Repitiendo la frase del ciego de Jericó, buscaré comprender la respuesta que Cristo me propone para alcanzar la salvación.
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