Señor Mío Jesucristo,
tu que eres la fuente de la vida.
Tú que tras comulgar te haces uno con nuestra sangre y con nuestras células,
hasta llegar al mas recondito lugar de nuestro ser.
Permite por tanto que ya que estas tan unido a nosotros,
LIMPIES y PURIFIQUES por tu valiosa sangre derramada en el Gólgota,
la médula espinal de (se dice el nombre) y la purifiques de manera que sean eliminados por tu Voluntad todo aquello que daña el cuerpo,
en cuanto es el recipiente de nuestra alma,
parte indiscutible del amor de Dios por sus criaturas.
Así mismo acudimos a la intercesión siempre fiel de tu Santa Madre,
la Vírgen digna de toda alabanza,
para que realices esta misma súplica a tu Hijo Jesús.
Amén.
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