Nos
dirigimos a ti, Oh bendito San José, nuestro protector en la tierra,
como quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado.
A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y
sabiendo el amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos
nos asistas en nuestras necesidades y fortalezcas en nuestros trabajos.
Por la
promesa de realizar dignamente nuestras tareas diarias, líbranos de caer
en el pecado, de la avaricia, de un corazón corrupto. Se tú el solícito
guardián de nuestro trabajo, nuestro defensor y fortaleza contra la
injusticia y el error.
Seguimos tu
ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros esfuerzos,
para así poder obtener contigo el descanso eterno en el Cielo.
Amén.
Amén.
Oración a San José Obrero
ResponderEliminarNos dirigimos a ti, Oh bendito San José, nuestro protector en la tierra, como quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado. A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y sabiendo el amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos nos asistas en nuestras necesidades y fortalezcas en nuestros trabajos.
Por la promesa de realizar dignamente nuestras tareas diarias, líbranos de caer en el pecado, de la avaricia, de un corazón corrupto. Se tú el solícito guardián de nuestro trabajo, nuestro defensor y fortaleza contra la injusticia y el error.
Seguimos tu ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros esfuerzos, para así poder obtener contigo el descanso eterno en el Cielo.
Amén.
Oración a San José Obrero
ResponderEliminarNos dirigimos a ti, Oh bendito San José, nuestro protector en la tierra, como quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado. A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y sabiendo el amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos nos asistas en nuestras necesidades y fortalezcas en nuestros trabajos.
Por la promesa de realizar dignamente nuestras tareas diarias, líbranos de caer en el pecado, de la avaricia, de un corazón corrupto. Se tú el solícito guardián de nuestro trabajo, nuestro defensor y fortaleza contra la injusticia y el error.
Seguimos tu ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros esfuerzos, para así poder obtener contigo el descanso eterno en el Cielo.
Amén.