Tu que me quitas y me das la felicidad, engendráis el amor entre los cónyuges obligando tanto al hombre como a la mujer a guardarse fidelidad y a socorrerse mutuamente, hoy te invoco para suplicarte esta gracia…… ya que (nombre de la persona a quien por quien se hace la petición) ha quebrantado tus mandamientos y espero que lo hagas volver manso y humilde a mi hogar, tal como hizo Jesucristo ante Poncio Pilatos, y que vuelva yo a recrearme con su trato suavísimo y quede purificado para siempre de su iniquidad.
Amen.
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