A
ti, bendita madre María, tu que eres corredentora de tu Hijo, ya que
estuviste sufriendo cada minuto e instantes de su pasión, dígnate a
interceder con tu gran humildad y amor a la Santísima Trinidad, para que
nos otorgen paz mundial y espiritual, lo que pedimos por la preciosa
Sangre de tu hijo Jesucristo.
Amén.

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