Beatísima
Trinidad, yo tu hijo, te doy gracias por todas las gracias y
privilegios que otorgaste a San Gerardo, especialmente por aquellas
virtudes con que lo adornaste en la tierra y la gloria que ahora le das
en el cielo. Concluye tu trabajo, oh Señor, para que tu Reino venga a
la tierra. Y por sus méritos de aquellos que están en unión con Jesús y
María, concédeme la gracia por la cual te pido (mencionar aquí su
petición).
Y
tu, mi poderoso intercesor, San Gerardo, siempre dispuesto a ayudar a
quienes recurren a ti, ruega por mi. Acude delante del trono de la
Divina Misericordia y no te marches sin haber sido escuchado. A ti te
confío este importante y urgente asunto (mencione aquí su petición).
Graciosamente toma entre tus manos mi causa y no permitas que termine
esta oración sin experimentar los efectos de tu intercesión.
Amén.
Amén.
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