“Ángel
de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.
Ángel de la Guarda, tú que fuiste enviado por el Altísimo para ayudarme a
lograr mi perfección, permite que no pierda ni mi fe, ni mi devoción.
Ángel
de la Guarda, a ti me dirijo con confianza e ilusión, para que medies
por mí. Ayúdame a lograr mantenerme firme cuando los obstáculos hagan
tambalear mi conciencia. Cuando los problemas me hagan perder el norte
de la razón. Cuando mi genio me haga perder la razón. Cuando mis dudas,
sean un mar de difícil navegación. Gracias, Ángel de mi Guarda”.
SUSCRIBETE AHORA
PARA RECIBIR CADA DIA LAS ORACIONES MAS PODEROSAS
Comentarios
Publicar un comentario