Amadísimo Dios Todopoderoso,
estoy postrado ante tu altar y yo te pido lleno de fe y esperanza que bendigas
el salario que gano con el sudor de mi
frente y haciendo que me rinda y se multiplique igual que lo hizo tu hijo Jesús,
cuando aquella vez que de un cesto donde solo había tres peces, milagrosamente
se multiplicaron y se consiguió dar de comer a todos los que escuchaban la
palabra de tu Hijo.
En el Nombre del arcángel Rafael Amen.

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