Amadísima Virgen María, Madre de
Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten
tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció,
escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido
Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma,
el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia
especial que pido en esta Novena,
si conviene para su mayor honra y gloria, y
bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra
intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles,
santos
y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus
afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
(Rezar tres avemarías).
Ene l Nombre del Jesús Dios nuestro
señor Amen.
Comentarios
Publicar un comentario