Poderoso San Antonio de Padua,
siempre he tenido grandísima
confianza en ti,
se que me puedes ayudar en mis
problemas,
en mis dificultades y
necesidades,
rogando por mi al Altísimo,
a la Virgen Santísima, a quien tanto amaste,
y al Divino Niño Jesús, que
tantos favores nos hace.
¡Oh gloriosísimo San Antonio!
pues las cosas perdidas son
halladas por tu mediación
y obras tantos prodigios para tus
devotos,
yo te ruego me alcances de la
Divina Majestad
el recobrar las gracias que he
perdido por mis pecados,
y el gran favor que con fe y esperanza
deseo y pido:
(hacer ahora la petición)
si es para la gloria de Dios y
bien de mi alma.
¡ Oh admirable y esclarecido
protector mío!
¡Oh san Antonio milagroso!:
pongo toda mi ilusión y seguridad
en ti,
en tu poder y tus obras,
por ello te suplico hagas un
milagro
y me socorras pronto en mi
difícil solicitud,
no me dejes solo en mi
desesperada situación
auxíliame con tu valiosa
mediación
y pide al Señor, la Virgen y el
Niño
me den su amparo y misericordia
en:
(repetir la petición).
Amado san Antonio,
tú eres mi consuelo en la
aflicción,
mi gran ayuda en la pena y el
dolor;
tú eres mi guía y protector
para vencer los malos influjos
que me rodean,
por ello, aleja de mi todo mal y
preocupación
que yo siempre te seguiré amando aquí en la
tierra
o donde me mande Dios.
En el Nombre de Jesús padre Amen.
Rezar el Credo, la Salve y
Gloria.
Hacer la oración y los rezos
siete días consecutivos.
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