Glorioso san Pablo,
que afrontaste mil dificultades
por llevar la Palabra, por anunciar el Evangelio;
bienaventurado apóstol de los que están lejos,
y compañero fiel de los que reclaman tu auxilio
y a ti acuden con sus problemas;
que aun siendo libre te entregaste a Jesús
y te hiciste servidor de todos,
que conociste la debilidad y las penas,
la persecución y el dolor,
la incomprensión, las cadenas,
te “deslumbraste” solo por Cristo
y compartiste con gozo tu conversión;
que te consagraste para servir solo al Señor
y lo anunciaste con valentía y pasión,
te doy gracias por tu ejemplo de sabiduría y amor,
de fortaleza y fervor, de coraje y entrega.
Necesito tu ayuda de amigo
para remediar mis dificultades,
hoy me siento más solo que nunca
y preciso tu poderosa intercesión
para salir este agobiante trance amoroso
que me desespera y hace sufrir:
(hacer la petición).
Peregrino incansable del Señor,
mensajero indecible de la Gracia,
apóstol de los pueblos y naciones,
no desoigas nuestras suplicas,
alcánzanos satisfactorio remedio
a nuestros problemas y dificultades de amor,
protégenos de los peligros del camino,
aléjanos de peligros, males y enemigos
y condúcenos por las sendas seguras de la Cruz.
Pídele a Jesús resucitado
que sepamos vivir en su paz,
con fe y alegría, siendo amables y fraternos.
Que tengamos corazones abiertos,
libres y serenos, profundos y sinceros,
llenos de buenos sentimientos,
y que siempre nos dejemos guiar
por el Santo Espíritu de Dios.
Amén.
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