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Oración de gran poder de Sanación Espiritual

Padre de bondad, Padre de amor, te bendigo,
te alabo y te doy gracias porque por amor
nos diste a Jesús.

Gracias padre porque a la luz de tu espíritu
comprendemos que Él es la luz, la verdad
y el Buen Pastor que ha venido
para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.
  
Hoy padre me quiero presentar delante de Ti,
como tu hijo, Tú me conoces por mi nombre,
pon tu ojos de Padre amoroso en mi vida.

Tú conoces mi corazón
y conoces las heridas de mi historia.

Tú conoces todo lo que he querido hacer
y no he hecho,
conoces también lo que hice
o me hicieron lastimándome.

Tú conoces mis limitaciones, errores, y pecados;
conoces los traumas y complejos de mi vida.

Hoy padre te pido que por el amor
que le tienes a tu hijo Jesucristo
derrames tu santo espíritu sobre mí,
para que el calor de tu amor sanador penetre
en lo más íntimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados
y vendas las heridas, sáname
aquí y ahora de mi alma,
de mi mente, de mi memoria y todo mi interior.

Entra en mi, señor Jesús,
como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos llenos de miedo,
Tú te apareciste en medio de ellos
y les dijiste paz a vosotros.

Entra en mi corazón y dame tu paz.


Lléname de amor, sabemos
que el amor echa fuera el temor,
pasa por mi vida y sana y cambia mi corazón
y dame un corazón generoso, un corazón amable,
un corazón bondadoso y dame un corazón nuevo.

Haz brotar en mí los frutos de tu presencia,
dame el fruto de tu espíritu que
es amor, paz y alegría.

Haz que venga sobre mí
el espíritu de las bienaventuranzas
para que pueda saborear
y buscar a Dios cada día,
viviendo sin complejos ni traumas
junto a los demás,
junto a mi familia,
junto a mis hermanos.

Te doy gracias Padre
por lo que estás haciendo hoy en mi vida,
te doy gracias de todo corazón,
porque tú me sanas,
porque tú me liberas,
porque tú rompes las cadenas
y me das libertad.

Gracias señor Jesús,
porque soy templo de tu espíritu
y este templo no se puede destruir
porque es la casa de Dios.

Te doy gracias Espíritu Santo por la fe,
gracias por el amor que has puesto en mi corazón,
que grande eres, Señor Dios bendito,

alabado seas Señor.



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