Gracias por las veces que me he
encontrado débil hasta la inutilidad, porque entonces he sentido que eres tú mi
única fortaleza.
Gracias porque a pesar de mi
insistencia no me concediste cosas que te pedí porque tú sabías que me harían
daño.
Gracias por las cosas que no te
he pedido y que sin embargo me has dado.
Gracias por las heridas que he
recibido en el camino porque me hacen acercarme más a ti.
Gracias por tus bondades que han
llegado a mí de mil maneras y que aún cuando no te he sabido agradecer,
continúas deterramándolas sobre mí.
Gracias Señor, porque no entienda
yo muchas cosas que haces, pero así yo aprenderé a cumplir y respetar tu
voluntad.
Hágase su voluntad.
Gracias Lda. por sus mensajes de aliento y ayuda espiritual, a ustedes hermanos en Cristo solo la oración nos guía por el sendero de los justos. Cristo vive y reinará siempre.
ResponderEliminar