ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA
A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de
especial favor. Habiéndote puesto Dios por custodio y protector mío, nadie como
Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de mi corazón.
Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme;
mas, ¡ay!, también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con
mis faltas y pecados. Vos, que sois para mí el guía más seguro, el amigo más
fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el corazón más amante y
compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.Y ahora os ofrezco
humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me alcancéis
las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de
Dios y al bien de mi alma. Así sea.
DÍA PRIMERO
¡Oh buen Ángel custodio! ayudadme a dar gracias al Altísimo
por haberse dignado destinaros para mi guarda.
Os pido que por intercesión de María, me alcancéis de Dios
un fervoroso espíritu y la práctica de una oración constante para agradecer a
Dios todos sus beneficios, y especialmente el de teneros por celestial custodio
mío.Igualmente os pido la gracia de…Terminar con las oraciones finales.
DÍA SEGUNDO
¡Oh Príncipe celestial!, dignaos obtenerme el perdón de
todas las ofensas que he hecho a Dios y a Vos, despreciando vuestras amenazas y
vuestros consejos.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios
un verdadero dolor de los pecados, que me obtenga el perdón de todas las faltas
y caídas de la vida pasada.Igualmente os pido la gracia de…Terminar con las
oraciones finales.
DÍA TERCERO
¡Oh mi Tutor amoroso!, infundid en mi alma un profundo
respeto hacia Vos, de tal manera que jamás tenga el atrevimiento de hacer cosa
alguna que os desagrade.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios
el recuerdo de la presencia divina y el respeto a vuestra presencia continua,
las cuales han de guardarme del pecado.Igualmente os pido la gracia de…Terminar
con las oraciones finales.
DÍA CUARTO
¡Oh Médico compasivo!, enseñadme el remedio y dadme el
auxilio para curar mis malos hábitos y tantas miserias como oprimen mi alma.
Os pido que, por intercesión de Maria, me alcancéis de Dios
un verdadero espíritu de mortificación, con el cual domine mis malas pasiones y
la sensualidad, y obtenga la paz y la libertad de espíritu, juntamente con las
demás virtudes.Igualmente os pido la gracia de…Terminar con las oraciones
finales.
DÍA QUINTO
¡Oh, mi Guía fiel!, alcanzadme fuerza para vencer todos los
obstáculos que se encuentren en el camino de la existencia y para sufrir
pacientemente las tribulaciones de esta miserable vida.
Os pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios
una verdadera paciencia y conformidad en todas las contrariedades y penas de la
vida que Dios pueda permitir para mi santificación.Igualmente os pido la gracia
de…Terminar con las oraciones finales.
DÍA SEXTO
¡Oh Intercesor eficaz cerca de Dios!, alcanzadme la gracia
de seguir prontamente vuestras santas inspiraciones y de conformar, en todo y
para siempre, mi voluntad a la de Dios.
Os pido que, por la intercesión de María, me alcancéis de
Dios una obediencia absoluta a todos mis superiores, la cual me santifique por
el cumplimiento de la voluntad divina en ella manifestada.Igualmente os pido la
gracia de…Terminar con las oraciones finales.
DÍA SEPTIMO
¡Oh Espíritu purísimo, encendido todo en amor de Dios!,
alcanzadme este fuego divino, y al mismo tiempo una verdadera devoción a
vuestra augusta Reina y buena Madre mía, la Virgen Santísima.
Os pido que, por intercesión de María, me obtengáis de Dios
la caridad perfecta y la devoción a María, que sean para mi fuente
abundantísima de méritos, camino segurísimo de salvación y el más dulce
consuelo en la hora de la muerte.Igualmente as pido la gracia de…Terminar con
las oraciones finales.
DÍA OCTAVO
¡Oh invencible Protector!, asistidme a fin de corresponder
dignamente a vuestro amor y a vuestros beneficios, y para trabajar con todas
las fuerzas en promover vuestro culto y vuestra devoción.
Igualmente os pido que, por intercesión de Maria, me
alcancéis de Dios un celo fervoroso para la práctica del bien y una fervorosa
devoción angélica, que sean mi propia santificación y la del prójimo.Igualmente
os pido la gracia de…Terminar con las oraciones finales.
DÍA NOVENO
¡Oh bienaventurado ministro del Altísimo!, alcanzadme de su
misericordia infinita que llegue yo a ocupar un día uno de los tronos que
dejaron vacíos los ángeles rebeldes.
Os pido que, por intercesión de Maria, me obtengáis de Dios
la gracia de una santa muerte, confortada con los Santos Sacramentos, que me
abra las puertas de la gloria eterna.Igualmente os pido la gracia de…Terminar
con las oraciones finales.
ORACIONES FINALES PARA TODOS LOS DÍAS
Oración a la Santísima Trinidad. Para obtener de Dios las
gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de
todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen Maria, Madre de
Dios y Madre nuestra, saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio
angélico, diciendo de todo corazón:
Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos
están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al
Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: Padrenuestro, Avemaría y
Gloria.Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los
cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria
al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: Padrenuestro, Avemaría y
Gloria.Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los
cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria
al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: Padrenuestro. Avemaría y Gloria
Oración de San Juan Berchmans.
Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado,
por disposición divina, bajo vuestra bienaventurada guarda, jamás cesáis de
defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo os venero como a protector, os amo
como a custodio; me someto a vuestra dirección y me entrego todo a Vos, para
ser de Vos gobernado. Os ruego, por lo tanto, y por amor de Jesucristo os
suplico, que, cuando sea ingrato para con Vos y obstinadamente sordo a vuestras
inspiraciones, no queráis, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario,
ponedme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enseñadme, si soy
ignorante; levantadme, si he caído; sostenedme, si estoy en peligro, y
conducidme al cielo para poseer en el una felicidad eterna.
En el nombre de dios padre todo poderoso amen. Amén.
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