Señor mío Jesucristo, tu que nos
dices que es mejor amar que odiar, dame la fuerza necesaria y el amor para
luchar contra mis enemigos sin ningún rencor.
Por tanto pido que por tu
poderosa Sangre derramada por todos nosotros diluyas las envidias y malicias
que mis enemigos quieren esparcirme y en cambio ni yo ni ellos
Recibamos ninguna maldad, sino
que vuelva por setenta veces siete, a Satanás o al infierno profundo de donde
nunca debieron salir.
Amor soy, amor doy, por tu sangre
limpio me voy.
Amén
Señor, en tus manos dejo cada una
de mis obras del día de hoy, por favor guía mis acciones y ayúdame a alcanzar
mis propósitos, aleja al enemigo mal intencionado de mi vida y permíteme
avanzar por caminos de alegría y bendición.
Mi vida y mis más grandes anhelos
están bajo tu cuidado, porque confío en ti, confío en tus promesas y porque sé
que Tú has de cumplir tu palabra en mi vida, Amén.
Comentarios
Publicar un comentario