Grande en el Nombre de Dios que nos has concedido
a tus siervos el don de conocer la gloria de la eterna
Trinidad en la confesión de la verdadera fe, y la de adorar
la unidad
en el poder de tu majestad; te rogamos que por la firmeza de
esta misma fe,
nos libres siempre de todas las adversidades. Por Cristo
Nuestro Señor.
Amén
Oh divina Providencia!
¡Concédeme tu clemencia
y tu infinita bondad!
Arrodillada a tus plantas a ti caridad portento.
Te pido para los míos casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud, llévalos por buen camino.
Que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino.
Tú eres toda mi esperanza.
Tú eres el consuelo mío.
En la que mi mente alcanza, en ti creo, en ti espero, y en
ti confío.
Tu divina Providencia se extiende a cada momento.
Para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento.
Amén
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